lunes, 15 de agosto de 2011

EL DIA QUE LAS URNAS REBALZARON DE SUEÑOS, REALIDADES Y GRATITUDES.

Podría exponer un análisis político de lo que significa para la historia de nuestra Patria el triunfo de ayer.
Podría escribir cientos de lineas valorizando a los compañeros militantes de todos los días. A los compañeros fiscales que cuidaron el voto a Cristina y la voluntad popular.
Podría decir que en cada voto del domingo puesto a Cristina, nuestro querido Nestor estaba mas presente que nunca.
Podría despacharme contra la oposición. Pero esta todo tan claro.
Y de los terroristas mediaticos que mas decir...

Miren compañeros prefiero copiar y pegar el contenido de un correo que nos llego al mail. Es de la Compañera Mónica Oporto y dice así

Mi viejo tiene 81 y mi vieja 77. Él se desplaza con bastón, tiene un corsé por una operación y no puede estar demasiado tiempo parado. Sin embargo los dos quisieron ir a votar, los acompañé. En las mesas donde votaron tengo que destacar que VI GENTE ALEGRE, y en ambos casos las autoridades de las mesas tuvieron un trato en el mismo tono.
Cuando regresamos, bajé a los viejos del remís y mi papá dijo:
"ya esta, dos votos más para Cristina. Yo le quería ir a agradecer".
Uf! se me hizo un nudo en la garganta (pero debe haber sido la remera que estaba ajustada...) Chau!

El caniche Chino. 

2 comentarios:

  1. mi mama tambien voto a Cristina -en parte- por agradecer la jubilacion que ella cobra y por la que no habia podido aportar.

    ResponderBorrar
  2. Una tía radical de toda la vida votó lista completa del FPV "porque a mí me ayudó", pudo jubilarse gracias a ella, y no pudo hacer los aportes en tiempo por los otros, trabajó toda su vida con una peluquería en un cuartito de la casa. lola

    ResponderBorrar

Volvemos a dejar libre la posibilidad de comentarios. Estuvimos obligados a moderarlos por la cantidad de trolls que intentaban desvirtuar el debate. Pero bueno, preferimos que sean ustedes mismos los que, coincidan con nosotros o no, pero perticipan de buena leche; quienes ignoren a los tontos o maquinas de ensuciar, hasta que eliminemos su mugre.