viernes, 12 de septiembre de 2014

"Luisito"



No por casualidad Menem lo puso al frente del Instituto Nacional de Obras Sociales (INOS), que pasaría a llamarse después Administración Nacional del Seguro de Salud (ANSSAL). Pero tuvo que pasarlo a un discreto segundo plano cuando soltó una de esas frases -.brutalmente cínicas y sinceras– que lo han hecho famoso: “Trabajando nadie hace plata”. 

 Poco después, en un reportaje que le hizo la revista Gente, le explicó al cronista cómo había sido su propia experiencia: “Lo que te puedo decir es que el dirigente accede a otros ingresos. 
Uno le encarga un trabajo a un abogado del gremio, por ejemplo, y él le deja un porcentaje de sus honorarios. 

 Es lícito: él deja un porcentaje que vos lo tomás para tus gastos, es una comisión para gastos. Vos lo tomás como caja, una caja que además te permite no entrar en el curro de las sobrefacturaciones”. 

A esa confesión añadiría su célebre profecía: “En la Argentina hay que dejar de robar por lo menos dos años”. 

 Pero entonces, lejos aún del “que se vayan todos”, cerca de la película primermundista de la que el país despertaría de un porrazo, eran pocos los que se molestaban por el sindicalista que jugaba al paddle y se mudaba de una modesta casa en Echeverría 2833 (San Martín) a la mansión de Villa Ballester que se compró a nombre de su segunda esposa, la entonces diputada Graciela Camaño, con 22 metros de frente, 50 de fondo, salida a otra calle y pileta de natación.

El Chino

3 comentarios:

  1. No te imaginás lo que mordíaN en el PAMi con el Coti..

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  2. El Coti Nosiglia siempre fue no solo amigo de esta lacra, fue y es SOCIO.

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  3. No pierdo la esperanza de que algún día la justicia investigue a estos lamentables personajes.

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