lunes, 20 de julio de 2015

LA LUNA CHILENA, EL IMPERIO Y EL DIA "TRUCHO" DEL AMIGO


Los yanquis impulsaron este Día del Amigo trucho en tributo al supuesto primer hombre que pisó la Luna. ¿Pero esos astronautas pisaron en efecto el satélite o fue una superproducción hollywoodense con la voz de Nixon en off? “Es todo propaganda yanqui”, decía el Polaco Goyeneche citando a un tío. Y yo, si me permiten, prefiero creerle al tío del Polaco.

En primer lugar debemos aclarar que en 1969 la Luna no era patrimonio de la humanidad, sino de un abogado, escritor, pintor y músico chileno llamado Jenaro Gajardo Vera. Así fue desde 1953 y durante cinco décadas consecutivas. La historia dice que Gajardo pretendía formar parte de la conducción del Club Social de Talca, pero era reprobado por algunos miembros a causa de su juventud y, sobre todo, por no poseer ninguna propiedad. Luego de exprimirse los sesos, Fajardo llega a una conclusión magistral: “La Luna tiene dimensiones, tiene deslinde, pertenece a la Tierra y nadie, absolutamente nadie, la ha inscripto como propia”. Fue así que pagó 42 pesos en la oficina de Bienes Raíces de Talca y puso el satélite a nombre suyo. Días después se presentó en el club, extendio el documento y comunicó: “Sepan ustedes que soy dueño del satélite lunar”. Inmediatamente pasó a integrar el directorio.

En julio de 1969, el presidente norteamericano Richard Nixon le envía un cable a Gajardo: “Solicito en nombre del pueblo de los Estados Unidos autorización para el descenso de los astronautas Aldrin, Collins y armstrong en el satélite lunar que le pertenece”. El chileno responde: “En nombre de Jefferson, de Washington y del gran poeta Walt Whitman, autorizo el descenso de Aldrin, Collins y Armstrong en el satélite lunar que me pertenece y lo más que me interesa no es sólo un feliz descenso de los astronautas, sino también un feliz regreso a su patria. Gracias, señor presidente”. Los astronautas traen de obsequio un trozo de roca lunar para que palpe su territorio.

En 1989, un grupo de jóvenes la envía una carta a Gajardo: “La Luna no puede ser propiedad privada. Usted puede tener los títulos de dominio que quiera, pero que, en justicia, la Luna es de quienes la trabajan”. Antes de fallecer, en 1998, el Gajardo expresa: “Dejo a mi pueblo la Luna, llena de amor por sus penas”. Es decir que, en caso de que haya sido cierto, los astronautas viajaron 384 mil kilómetros para pisar un satélite que alguien, con muy buen tino, ya había hecho suyo de un plumazo 16 años antes.

Con un poco más de astucia, seguramente los Rusos hubiesen llegado primero si en vez de martirizar perros en el espacio hubiesen enviado soviets. De este modo, el acto de colonización sería de los Bolches, sólo que, probablemente, no estaríamos festejando el "día del amigo universal", por obvias razones geopolíticas.

Siempre hay por estos pagos algún incrédulo o cipayo dispuesto a sacar chapa de famoso lambiéndoles el traste a los gringos. En este caso el mameluco fué el doctor Enrique Ernesto Febbraro, creador del Día del Amigo Universal, ¡¡ja!! ...Qué contenta se habrá puesto la CIA al ver que un papanata sudaca le proporcionó tan brillante idea para su campaña de colonización cultural a escala mundial, que por aquellos tiempos estaba en su máximo esplendor. No hay caso, siempre aparece un comedido que se mete para armar bolonqui cuando nadie lo llama.

Pero como siempre, la historia la cuentan los vencedores, pero la mentira dura poco.... Mucho antes de ese Julio del 69, en plena revolución Justicialista (1948), se produjo el verdadero primer desembarco en la Luna a cargo de dos oficiales de la Fuera Aérea Argentina, el comodoro Pedro Sambucetti y el brigadier mayor Juan Carlos Ballaina, comisionados por el Primer Trabajador para ejercer soberanía sobre el satélite y hacer flamear la emblemática bandera de Los Caniches de Perón, por entonces los compañeros Tinolita y Negrita.

En definitiva, en Argentina, el día del amigo empieza cuando nos ponemos a prender el fueguito de otro maravilloso asado y termina con el ultimo brindis por: VIVA PERON CARAJO!

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