jueves, 15 de septiembre de 2011

16 DE SEPTIEMBRE DE 1955: LA FUSILADORA.


Luego del bombardeo a Plaza de Mayo del 16 de junio, donde la marina de guerra y la fuerza aérea, esta realiza su bautismo de fuego asesinando al pueblo que estaba en las inmediaciones de la plaza, buscan el levantamiento para derrocar a Perón, hay otros instantes donde en esos tres meses serán claros, el final se venía anunciando.

Previo al 16 de junio había habido una numerosa movilización de Corpus Christi, el 11 de junio, donde se enarbolaron la bandera nacional y la papal en una movilización que fue desde la Catedral Metropolitana hasta el Congreso de la Nación. El 12 fue otro día aciago, era domingo, una bandera se quema en aquella movilización contra Perón y esto vale para desagravios y también los ánimos encendidos de un lado y otro, huevos, piedras y cachiporrazos en la misma Catedral.

El 13 Perón habla y responsabiliza a la iglesia de no querer la pacificación, aquí es que decide expulsar a los monseñores Tato y Novoa y por supuesto Roma excomulga a Perón, los ánimos estaban caldeados. El 14 hay un paro decretado por la C.G.T Confederación General del Trabajo en memoria de Eva Perón y desagravios a la bandera argentina. El 15 hay allanamientos y clausuras a las sedes parroquiales de la Acción Católica.

El desenlace siniestro se da el 16 con el bombardeo a Plaza de Mayo.  
Son 350 los  muertos, aunque testigos de aquella etapa refieren que fueron solicitados a la anterior Municipalidad, en la oficina de Cementerios, la reserva de 700 ataúdes. Los heridos son más de 2.000, sin contabilizar los lisiados por vida.

Luego de sofocar el levantamiento de aquel 16 de junio viene un proceso complejo que terminará con el golpe de estado.

El ejército ganancioso sobre aquel complot y con la marina en contra y también la novel Aeronáutica, arma creada durante el gobierno peronista, es el interlocutor válido de Perón; así transcurren esos meses en forma rápida y de caída. Los ministros Borlenghi de Interior, el de Educación, Transporte, Agricultura y Ganadería y el Secretario de Medios el cuestionado Raúl Apold renunciaron en aquellos días. Además, renuncia Vuletich al frente de la C.G.T.

En julio el enfrentamiento con la iglesia fue cada vez mayor, se acusó a Perón y al gobierno de querer armar una iglesia por fuera de Roma, Arturo Frondizi, Vicente Solano Lima y Luciano Molinas de los distintos espectros políticos fustigaron duramente al gobierno de Perón.

El 15 de agosto se denunciaba un complot para asesinar al presidente Perón y por otro lado desde los estamentos del gobierno y del partido gobernante se iba dando por finalizado la tregua ante la falta de colaboración por parte de los partidos opositores, las cartas estaban echadas, el proceso se iba decantando, rápidamente. El golpe era algo que se esperaba, desde el mismo ejército que mantenía aún su lealtad al gobierno se iban perfilando los grupos golpistas y opositores. 
 
El 6 de septiembre, días antes del inicio del golpe, los dirigentes de la C.G.T. Confederación General del Trabajo le ofrecen al presidente Perón que los seis millones de trabajadores sean parte de las milicias populares para la defensa del gobierno constitucional. La repuesta fue rápida, el general Lucero Ministro de Guerra no estaba de acuerdo, Perón no avanzó en la idea y el golpe sobrevino. El 2 de septiembre el golpe fallido de Díaz Balaguer y el 16 Lonardi, general retirado viaja a Córdoba para ponerse al frente del golpe militar, Aramburu y Rojas eran los otros sectores. Luego de cuatro días, Perón se retira del gobierno con aquel planteo de la sangre o el tiempo.

Luego sobrevino sobre la Argentina tres años de un golpe militar que implantó el decreto 4161 de represión a todo aquello que fuera peronista, nombrara a Perón y Evita o luciera los símbolos peronistas, esto acarreó cárcel para miles y miles de hombres y mujeres que se resistieron a ser proscriptos. 

Loas y festejos del gran diario argentino al golpe de Estado de 1955. Idéntica actitud tendría en 1976.

En esos tres años se sucedieron en la Presidencia Nacional el General Eduardo Lonardi y el General Pedro Eugenio Aramburu. En ambas Presidencias el Almirante Isaac Rojas ocupó el cargo de vicepresidente de la Nación conjuntamente con la Junta Consultiva, integrada por representantes de los partidos opositores al peronismo.

 




El Golpe de Estado de 1955 fue presentado ante la opinión pública como la recuperación de la tradición republicana, iniciada en la Revolución de Mayo de 1810, frente al gobierno de Perón caratulado de "segunda Tiranía". La primera, según el pensamiento liberal, había sido el gobierno de Juan Manuel de Rosas

La dirigencia gremial comprometida con el gobierno depuesto renunció y fue reemplazada por una nueva, también de tendencia peronista. En un principio no se intervino la C.G.T., tratándose de buscar un acercamiento con sus líderes.

 El Congreso Nacional se disolvió; las provincias fueron intervenidas; a los miembros de la Corte Suprema de Justicia se los dejó cesantes; se creó una Comisión Nacional de Investigaciones destinada a actuar contra el peronismo.

La política de Lonardi, respaldada por ultracatólicos y nacionalistas, despertó la oposición de quienes reclamaban medidas más duras y nada conciliadoras. Un golpe interno en las Fuerzas Armadas, determinó el día 13 de noviembre su reemplazo por el General Pedro Eugenio Aramburu como Presidente Provisional de la Nación, asociado al Almirante Isaac Rojas, nuevamente como vicepresidente.

El bombardeo a la Plaza de Mayo, el golpe de 1955, el golpe de 1976, el autoritarismo fueron instrumentos del egoísmo de unos pocos que se creen los mejores, superiores, los predestinados, cuando solamente defienden sus propios intereses y las posiciones logradas. Es necesario revisar la historia para no tropezar con la misma piedra, porque aquellos que lo único que quieren es atesorar despreciando al que no tiene porque consideran que es lo que se merece, han quebrado la voluntad comprando y cooptando voluntades, disciplinándonos –o intentando hacerlo– mediante la exclusión y por la necesidad de sobrevivencia, y, aunque con otros ropajes, el ‘55 sigue presente.

Aquella barbarie les costó a los trabajadores algo más de cinco billones de pesos, que dejaron de disponer para mantener su nivel de vida, a lo que se le debe sumar el costo de su salud prepaga, de educar privadamente a sus hijos, de los servicios que si bien son públicos son un pingüe negocio privado. Riqueza que no se perdió, simplemente paso al bolsillo de los pocos que alentaron y alientan conculcar los derechos del pueblo. 





El Caniche Chino

4 comentarios:

  1. Me acuerdo muy bien de aquellos días tan tristes. Tras la renuncia de Vuletich asumió en la CGT Hector Hugo di Pietro, quien dejó paso a una Comisión Normalizadora encabezada por Andrés Framini y Luis Natalini pero después del 13 de noviembre la nueva camarilla gobernante intervino la CGT. El innterventor fue el Capitán de Navío Alberto Patrón Laplacette, un gorila peludo que llegó para arrasar con todo. La pátina intelectual se la dio al gorilaje un oscuro funcionario de la SADE, Carlos Alberto Erro, el que inventó aquello de "la línea Mayo-Caseros". John William Cooke, en uno de los últimos números de "De Frente", antes que clausuraran la revista, escribió con sorna: "Ah, sí, el omnibus 105" (iba de Plaza Mayo a la estación Caseros).
    Eddie

    ResponderBorrar
  2. La unica grandisima falla de la Libertadora, fue no haber instituido un gran plan de EDUCACION; para despertar en todos los argentinos, el sentido de Estado, Nacion, Pais...; como lo hicieron las Naciones, que despues de haberse libertado de la tirania, hoy son Paises respetados en el contexto internacional ! La Argentina, contaminada por dosis de demagogia, hasta hoy se quedó en el tiempo ! La tirania sigue; la demagogia sube; el populismo y caudillismo, lo consideran el pan de cada dia...! Y asi, la decadencia y mediocridad, está a la vista de todos, a cada dia, corregida y aumentada ! El péronismo, es una enfermedad del alma: el individuo peronista, se cree todo lo que qualquier populista habil, diga ! Todo, por unas alpargatitas !

    ResponderBorrar
  3. Pero, claro, señor Anónimo; como usted dice, todo por unas alpargatitas. Más vale descalzos pero democráticos, que joder... Y si no tienen alpargatas, pues que usen botas de Gucci.
    Eddie

    ResponderBorrar
  4. Eddi: usted tendria que escribir en Los Caniches!!!! Un abrazo grande compañero!

    ResponderBorrar

Volvemos a dejar libre la posibilidad de comentarios. Estuvimos obligados a moderarlos por la cantidad de trolls que intentaban desvirtuar el debate. Pero bueno, preferimos que sean ustedes mismos los que, coincidan con nosotros o no, pero perticipan de buena leche; quienes ignoren a los tontos o maquinas de ensuciar, hasta que eliminemos su mugre.