martes, 30 de junio de 2015

1 de Julio de 1974.. ‘Doctor, me voy de esta vida… esto se acaba...



Recuerda Taiana (padre): 

 “Subí la escalera de a dos y tres peldaños. Encontré al general semiincorporado en la cama, cianótico, disneico. Con voz ronca, susurrante, me dijo: ‘Doctor, me voy de esta vida… esto se acaba… mi pueblo… mi pueblo’, y luego se desplomó en los brazos de quienes lo sosteníamos. Un paro cardíaco había sobrevenido a las 10 horas y 25 minutos del 1º de julio. De inmediato, todo el equipo entró a funcionar. Cama horizontal, torso desnudo, medicación y todas las medidas de reanimación: respiración artificial boca a boca, y masaje cardíaco preesternal, enérgico y rítmico. Todos participamos por turno y afanosamente. ”Detrás de mí habían ingresado Isabel y López Rega.

El ministro López Rega se adueñó de los miembros inferiores del General y, tomándolo por los tobillos, empezó a zamarrearlo mientras pronunciaba frases incoherentes: ‘Quiero retener al General en esta tierra. Faraón, siempre le di mis energías. Volvamos como antes’.

 ”Isabel, compungida, contemplaba y escuchaba los esotéricos mensajes. El corazón respondió a tanto esfuerzo, recobró su contractilidad, pero pocos minutos después, a las 12.15, otro paro cardíaco marcó el final de la vida del General. Observamos en las pantallas la fibrilación de las paredes ventriculares y luego un ritmo lento e irregular.

Pocos minutos después, el electrocardiógrafo y el electroencefalógrafo señalaban la fatídica línea horizontal. Sin contracciones útiles, sin respiración, y las pupilas dilatadas, completaban el cuadro mortal. A las 12.30, mientras los enfermeros continuaban con vanos intentos de reanimación,

Cossio y yo nos retiramos a una habitación contigua y comenzamos a redactar el comunicado póstumo.”


Los Caniches de Perón:
Padre nuestro que estas en los cielos.
PRESENTES MI GENERAL!

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