Es necesario que los hombres y mujeres del pueblo sean siempre sectarios y fanáticos; que no se entreguen jamás a la oligarquía.
No puede haber como dice la doctrina de Perón más que una sola clase: los que trabajan.
Es necesario que los pueblos impongan en el mundo entero esta verdad peronista.
Los dirigentes sindicales y las mujeres que son pueblo puro no pueden, no deben entregarse jamás a la oligarquía.
Cuando todos sean trabajadores, cuando todos vivan del propio trabajo y no del trabajo ajeno, seremos todos más buenos, más hermanos; y la oligarquía será un recuerdo amargo y doloroso para la humanidad.
Pero mientras tanto lo fundamental es que los hombres del pueblo, los de la clase que trabaja, no se entreguen a la raza oligarca de los explotadores.
Todo explotador es enemigo del pueblo.
iLa justicia exige que sea derrotado!
Evita
¡¡EVITA VIVE!!
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