Ayer quedó inaugurada oficialmente la esquina Néstor Kirchner en Pedro de Mendoza y Martín Rodríguez, en los muros de la cantina de los compañeros Descamisados de La Boca , quienes organizaron la movida junto a ADN Nacional y Popular, Peronismo 26 de Julio, el Colectivo de Fotógrafos La Rebelada y el Movimiento Peronista Bloguero. Una fiesta a la que concurrieron cientos de compañeros para recordar, homenajear y seguir bancando a muerte a nuestro querido Pingüino.
FUERA YANQUIS DE LATINOAMÉRICA
FUERA YANQUIS DE LATINOAMÉRICA
Mas si las balas, aunque certeras,
mi alma respetan, y mi valor,
te haré unas naguas o lo que quieras
con las banderas del invasor
mi alma respetan, y mi valor,
te haré unas naguas o lo que quieras
con las banderas del invasor
Corrido mexicano popular entre los zapatistas
Tras cuarenta y ocho, setenta y dos, noventa y seis horas de cobertura mediática de la policía militar persiguiendo narcos en las favelas de Río; curiosidad, angustia y zozobra mediante, los pelos y las ideas se asientan y se alasian, uno comienza a naturalizar la escena y hasta piensa qué temperatura hará dentro del tanque, pobre el tipo que maneja, etc. Empieza a aceptar que una serie de delitos comunes como tenencia, portación ilegal de armas, acopio, asesinato, exceden las posibilidades de contención de lo que conocimos como la policía, los comandos , las fuerzas especiales y se va apichonando ante la idea de que existe un poder más allá del control y de la fuerza del estado, más allá de la inteligencia del estado, más allá del arsenal del estado, un poder inabarcable , superador de todo lo que hemos visto y conocido, temerario y descontrolado, que mueve fortunas , no tiene ley, ni dios, conoce el precio de cada hombre y lo paga, o lo determina, y se solaza con la idea de rifar el don de la vida y la muerte de los que juegan su juego.
Este nuevo belzebú, esta nueva amenaza al orden de la aldea, superexiste y habita en el concepto “narco”. Nunca sabremos a ciencia cierta qué poder de fuego empuña este ejército, qué porción del PBI manejan, cuántos son, cuántos crímenes pueden legítimamente atribuírseles, pero el concepto está instalado y convenientemente refrendado por la batería mediática.
El mensaje dice:
Primero: existe un enemigo poderoso; segundo: hemos comprobado que el enemigo es invencible; tercero: el enemigo es una serpiente de mil cabezas que tiene infiltradas las instituciones de la república, la sociedad y tiene poder adquisitivo sobre nuestros mejores hombres; cuarto: el enemigo no negocia; quinto: definitivamente, ya no podemos más.
Ya nos lo advirtió el almirante Mullen, con la sonrisa de Dick van Dyke, “hoy día, el campo de batalla es la mente de las personas”.
Para eso, como lo han hecho siempre, se valen del terror. El terror son los cadáveres desnudos, alineados y decapitados, las osamentas resecas que aparecen en el desierto, el “niño sicario descuartizador”, los emigrantes que cruzan la frontera y son tomados rehenes a cambio de dinero, las mujeres que son amedrentadas (ocho de cada diez que cruzan rumbo al norte son sometidas a alguna forma de abuso –violaciones o reducción a servidumbre–), los indios y jóvenes que son ultimados por las balas. El terror es advertencia de género. El monstruo se alimenta de un cadáver (de mujer) por día, y en el último año, lejos de decrecer, los feminicidios se acrecientan; así, van diez mil mujeres en diez años.
¿Es posible que el ejercito más poderoso de América Latina (supera los 250.000 hombres, rankeado en el puesto 19 a nivel mundial, con un presupuesto para el año próximo de unos 5.000 millones de dólares, incluyendo los 1.000 millones extra que sustentan la incorporación de diez mil efectivos a la fuerza para combatir el narcotráfico y con más algunos cientos de milloncitos adicionales que el congreso americano aprobara drenar en el marco de la Iniciativa de Mérida, léase Plan México) sea declarado impotente para luchar contra el “narco”?
Hillary anduvo por allí en mayo golpeándose el pecho (despacito) para que el televidente acepte –como ella– la responsabilidad de los EEUU en la lucha contra el narcotráfico. También de paso, en tono confidente, nos cuenta que allá por el ´75 quiso ser marine.
Pero eso no es todo, abonó a la idea de la colombianización del conflicto mexicano, parangonando el México actual con la Colombia de hace 20 años…
Detrás, los especialistas en crimen y violencia citan a Foucault y opinan que la proliferación de estos males obedeció a “debilidad del Estado” con la diferencia de que en México las bandas de narcotraficantes pugnan por ubicar a su gente en puestos claves como policía, comunas, cárceles. Es decir, aprovechamos la volada para ensuciar la política, las instituciones y lanzar afirmaciones totalmente incontrastables del tipo “el 40% de los funcionarios mexicanos está corrompido por los narcos”.
Lo mismo parece sintonizar Mullen cuando nos explica que México y Pakistán son “estados fallidos”, ambos al borde del derrumbe. Confiemos en que la afirmación sólo haya pretendido justificar el dinero que va a ‘invertir’ y no algo peor.
En agosto ya habían desplegado 1.200 soldados americanos en la frontera con México (además de los 700 km de vallas metálicas). La Comisión Estatal de Derechos Humanos –CEDH– recibe denuncias de violencia contra mujeres y jóvenes por parte de soldados y policías.
En noviembre envían a la Policía , tres helicópteros Black Hawk, “un signo tangible de la corresponsabilidad que comparten Estados Unidos y México”·
Las armas que nutren el conflicto en uno y otro frente son fabricadas en los Estados Unidos.
Son los millones de estadounidenses que consumen drogas quienes sostienen y retroalimentan el negocio: son los Estados Unidos quienes se benefician hoy y se seguirán beneficiando mañana, cuando el negocio se despenalice. Actualmente se estima que el 90% de la rentabilidad del negocio queda en Estados Unidos, mientras que solo el 10% restante corresponde y queda en otros países de América.
Los 392.000 ex convictos que Estados Unidos deportó y retorna a México son parte de la escena, individuos entrenados y reclutados en las cárceles, bilingües, conocen o han participado en distintas fases del negocio y vuelven al país. Se ha dicho que más de la mitad de estas personas se incorpora al crimen organizado. Nos lo ha dicho nada menos que la Secretaria de Seguridad Nacional yanqui. Si uno piensa en el número de 392.000 deportados, realmente es un ejército.
O una excelente ocasión para enmascarar la entrada al país de gente entrenada para operar en cuerpos especiales.
La desafortunada deserción de miembros de las fuerzas armadas durante el gobierno de Calderón (más de 30.000 desertores) representa licenciar de hecho a efectivos entrenados –y armados–, incluidos militares de elite, que hasta ayer respondían al gobierno mexicano. Hoy ya no.
No se puede convencer a un pueblo valiente de que es inútil luchar contra el enemigo desigual si no se instala la idea con valor de verdad.
Se necesita de los medios para validar el mensaje y multiplicarlo. Se necesita crear una escena verosímil para que el miedo obnubile la razón y devenga terror. Entonces, cuando la mentira está convenientemente instalada, se repite, se divulga y distorsiona a lo largo de semanas y meses. La ponen en boca de personajes influyentes, posterizan imágenes movilizadoras para fijar los conceptos.
Los meses por venir serán seguramente de un ensañamiento despiadado contra la República , la soberanía, la dignidad de México, para declararlo en estado de debilidad y postración, para atemorizar, desarticular el tejido social y anestesiar la capacidad de autodeterminación de este valiente pueblo que tanta sangre ha ofrecido para resistir al invasor.
El ejército mexicano y las multinacionales saben qué hacer, solo están esperando el momento.
Mientras tanto, al Sur, en la selva lacandona, las comunas que apoyan al EZLN siguen resistiendo a 16 años de Chiapas, transmitiendo a sus jóvenes la ferviente convicción de la lucha por el respeto y la dignidad, sabiendo que el enemigo no descansa, no da tregua.
La observación de lo ocurrido en los últimos dieciocho meses en México, Colombia, Honduras, Costa Rica, Haití, Paraguay, debería ser suficiente para que remojemos barbas. La presencia militar extranjera en nuestras naciones, las líneas divisorias entre la vida civil y intervención limitar son terreno delicado.
Hace más de veinte años, siendo yo estudiante me preguntaba –y aún lo hago– quién habría sido el valiente y convencido muchacho que, aerosol en mano, trepó y escribió en el muro exterior de un pabellón de Ciudad Universitaria una frase que podía leerse clarito, aún desde lejos: “Fuera yanquis de América Latina”.
Caniche Patricia
Cuantas estupideces, que escribis ! Sin conexion ! Hasta sin sintaxis ! Lastima..., mucha lastima da, que seas tan contaminda de totalitarismo ! Debes haber 'estudiado', solo para pasar en los examenes ! Pero no para 'pasar' al mundo civilizado, con VALORES civiles ! Debes estar con un contagio 'espeluznante', de 'talibanismo agudo', que en la latinoamerica ignorante es 'comunismo ultrapasado', o en la Argentina enferma, es 'peronismo' ! Que a veces, por una conjuncion de ignorancia profunda y falsedad ideologica grave, se dan las dos cosas ! Es por eso, que los EUA, estan y permanecerán en el primer mundo. Mientras tu y los como tu..., permanecerán 'perritos'!
ResponderBorrarPodes hacer una musiquita !
Anonimo, cagón, gorila y vigilante, si tenés algo para refutar, escribilo, en vez de saltar como una loca. Y no le faltes el respeto a mi amiga, que de politica internacional sabe un rato largo, gil.
ResponderBorrarAnonimo: estas un poco encolerizado, que pasa chabon, sabes leer?, porque si no entendes por los ojos y la razon te lo vamos a meter por el orto!!!!
ResponderBorrarNo te metas con la Caniche imbecil!
El caniche Chino.