VOLVER A SER UN SOLDADO DE PERON

A los compañeros: Caniche Julian y Anita M.

Con la firma que ordenó las sentencias de muerte de miles de compañeros, la misma que ordenó entragar el País, la que entregó Papel Prensa; con la misma tinta y sangre el reo Videla ordenó la Ley de Radiodifusión hace 29 años.

Con la mística de sentirnos orgullosos de nuestra historia, con nuestras muertes que duelen tanto, con la doctrina de Perón, con la pasión y el fanatismo de Evita, con militancia y mucho coraje, con la inteligencia y la sabiduría que nos dio la calle, con un lujo de Presidenta que tenemos, con todo esto ayer dimos media sanción a la nueva Ley de Medios de la Democracia.

Es muy difícil contar algo que se vive con la pasión y el amor de toda una vida, sólo imágenes de compañeros con la alegría y la convicción de estar peleando "la madre de todas las batallas". Los foros, las audiencias públicas, el plenario de comisiones, en todos lados siempre un compañero poniendo el cuerpo, haciendo honor a los que no llegaron, a los que cayeron en otras batallas, a los que, por lo que sea, no estaban ahí.

Pero qué digo, si estaban todos; los bombardeados, los fusilados, los caídos en combate, los desaparecidos; si estaban, se sentían y te hacían sentir que nadie podía vencernos.

Otra vez los soldados de Perón, esa "orga" que no tiene nombre ni dueño, que no necesita debatir giladas, que no duda a la hora de salir a la cancha. Todos sabíamos qué decir, qué hacer, qué rosquear. Algunos era la primera vez que nos veíamos. Había funcionarios, diputados, asesores, viejos y nuevos militantes, responsables de organizaciones; qué sé yo... había de todo, pero en estos días cada uno era un soldado con una misión.

Táctica y estrategia, si lo habré leído a Perón, si lo habrán leído todos.

Yo sé que es difícil creer esto para los que no son Peronistas, pero lo juro, estos días el General volvió para conducirnos.

Canicha Silvia Ca., Caniche Pipo, Caniche Tano, otra vez cumplimos.

El Caniche Chino