GÉNESIS DE LA BANDERA CANICHE

Por supuesto que durante 2009 hubo muchas victorias para festejar. Pero permítasenos rendir sentido homenaje a la Bandera Caniche, protagonista indiscutida en cada una de esas batallas y en la Madre de todas ellas. Un mes antes de las elecciones dijimos: “Hay que hacer un trapo, colgárselo Clarín y festejarles la victoria en la cara”.

Ya el 16JUN, Crítica mandaba pescado podrido sobre la convocatoria caniche a concentrar frente a TN el 28JUN y, con un ayudita del dantesco Urgente24, nos convertíamos en la peor lacra para los bienpensantes, la que arreaba gurkas sedientos de sangre desde el segundo cordón bonaerense para comerse a los chicos crudos y lanzar ántrax sobre cada pelotero capitalino.

Pero el trapo había que hacerlo. Con la plata que el Gobierno les roba a los jubilados y a los enfermos terminales, más unos 40 pesos que pusimos nosotros, compramos una tela negra en el Once, pintura blanca y un par de pinceles y rodillos. En la mañana del 27JUN, estábamos armando la bandera en una terraza de Caballito. A las 4 de la mañana del 29JUN, ya con los números definitivos, una llovizna persistente y un bajón substancial, nos tomábamos un taxi en Once con un gruñido sordo y el trapo bajo el brazo.

Después de eso, la bandera presidió –y preside– cada asado caniche. Viajó a La Plata para la presentación de la Ley de Medios y estuvo presente en aquella histórica noche del 9OCT, cuando el Senado la aprobó con baile. Incluso, fue registrada por La Nación, Perfil, TN, Telefé, entre otros medios objetivos e independientes. El trapo no tiene residencia fija, nunca se sabe dónde está. Pero cuando tiene que estar, está. Y en unos días se va a conquistar Cuba, de la mano del Caniche Julián. Ya tendremos novedades del pabellón en la isla.

Caniche Pipo