PERDONÁ MUJICA, PERO...

Sé que esta nota va a despertar polémica, pero si algo caracteriza a Los Caniches, es la polémica. Por eso, es posible que estas líneas hieran susceptibilidades. Ayer al mediodía, Pepe Mujica -presidente electo del Uruguay- pronunció un discurso en el Hotel Conrad en Punta del Este ante empresarios locales. Un sitio medio extraño para convocar empresarios, sobre todo si se tiene en cuenta que, en su historia reciente, el “paisito” se ha caracterizado por transformarse en un paraíso fiscal que cobijó cantidades industriales de plata negra proveniente de la Argentina. Los sucesivos gobiernos orientales nada hicieron por solucionar este tipo de maniobras, aún a sabiendas de que gran parte de ese capital se acumulaba merced al hambre del pueblo argentino.

En rigor de verdad, Mujica no transmitió nada importante en su discurso del Conrad esteño. Lo más relevante fue pedirles a los empresarios uruguayos presentes que “apuesten al Uruguay y jueguen con el Uruguay”, ya que “no podemos generar riquezas con decisiones legislativas, la riqueza es hija del circuito del trabajo". Además, el flamante presidente oriental remarcó -en un tono de lavar un poquito sus penas- que "no se va a expropiar ni se doblarán los lomos con impuestos". Algo importante para estos tipos, que ya desde el vamos aborrecen pagar impuestos. Mujica hizo hincapié también en la necesidad de crear fuentes de trabajo: “Cada vez más y mejor trabajo y mejor remunerado", algo que es habitual escucharle repetir con insistencia a nuestra presidenta Cristina.

Sin embargo, lo más trascendente del discurso de Mujica fue lo siguiente: “Cuánto más inversión, más crece la economía y más aumenta la recaudación que necesitamos para fenomenales inversiones sociales", a lo que añadió que “el Estado no tiene que estar haciendo cuentas”.

Más allá del discurso en sí mismo, fue el modo en que trató la prensa argentina al ex dirigente tupamaro, en particular el periodista de C5N, quien calificó al mensaje de “ejemplar” e “impresionante”. Por lo que pude escuchar, fue sólo un “discursito”, muy suavecito y sin entrar en ningún tipo de polémica. Al Pepe se lo notaba muy sumiso, con una oratoria lavada.

Suponemos que Mujica tiene más claro que nosotros, a raíz de su larga trayectoria política, que lo que genera movimiento en una sociedad es el conflicto. Por eso en la Argentina los poderes económicos se sienten un tanto perseguidos, máxime cuando este gobierno no titubea en apretarlos.

Este es el tipo de dirigente político al que apuesta la prensa vernácula: sumiso, versátil -no aquel que desafía el poder mediático, como lo hacen Cristina, Chávez, Evo, Correa-, además de a un Estado ausente, que no se inmiscuya en sus negociados ni se convierta en un “obstáculo” y mucho menos que lo desafíe de igual a igual. Simplemente, que obedezca. A eso se refieren los medios “independientes” cuando aseguran que en Uruguay reinan plena democracia, respeto por las leyes y otro sinfín de boludeces.

Este círculo vicioso de adulación a las democracias cipayas se cierra con la nota realizada al inefable presidente de la FIAT, Cristiano Ratazzi, quien advirtió que “nuestro país” debe copiar el modelo uruguayo de respeto por las instituciones y las leyes de “nuestro país”. País que no es de él, ya que es italiano.

Es importante subrayar también que si “este país” respetara “las leyes y las instituciones”, a Ratazzi no le iría muy bien, y mucho menos a su empresa, ya que fue este Estado, con todas sus falencias, el que la rescató de la crisis.

Además, este señor aún debe dar explicaciones sobre sus negociados con el ex gobernador Jorge Sobisch y el Niño Mauricio Macri en la provincia de Neuquén: equipos para combatir la inseguridad que terminaron enrolados en la Policía Metropolitana. Por eso, Cristiano, si querés mudate al Uruguay.

DEFINITIVAMENTE, NO QUEREMOS UN PRESIDENTE COMO MUJICA.

POR ESO, CRISTINA, TE BANCAMOS A MUERTE.

Caniche Julián