PERDER CON LOS AMIGOS

 
Compañero Nestor, hoy me enteré que vos leíste esta nota aquel 28 de Junio del 2009 y te gusto.
Bueno acá va de nuevo, leesela a los cumpas que están allá.


Sabes Flaco, ayer estuvimos un grupo grande de compañeros bancando una transmisión de radio con un esfuerzo gigante, de esos que sólo salen de las convicciones. Logramos cubrir todo el país, Flaco.

No sabes el orgullo que sentimos de darle al pueblo argentino la posibilidad de no ser prisionero de la Cadena Mediática encabezada por el grupo de tareas Clarín.

Y esto fue posible porque vos Flaco, te animaste a enfrentar a los mercenarios disfrazados de periodistas. Vos diste el puntapié inicial para que ayer La Red Alternativa de Radios Comunitarias, Pymes y Blogueros Nacionales y Populares fuera posible..

Era casi la una y media de la madrugada y los números no cerraban, Flaco. Tratábamos de no dar la noticia. En ese momento no éramos periodistas, qué bah, éramos militantes gastando los últimos cartuchos. Y apareciste y dijiste "nos ganaron por muy poco". No se te veía bien Flaco, seguro que a nosotros tampoco. Siempre dando la cara, siempre poniéndole el pecho a las balas, dijiste: "Nosotros respetamos el resultado de las urnas, no denunciamos fraude, espero que la oposición respete la gobernabilidad". Todavía Clarín no contestó.

Flaco, en ese momento me acordé del día del acto en la ESMA. Vos estabas también detrás del atril, estaba Cristina con vos en el escenario, y a un costado, los nietos, las Madres, Las Abuelas y, mezclados entre la mucha gente, los HIJOS. Vos hablabas y con tus manos apretabas fuerte el atril, como que amasabas la madera, eras como un chico que hacía fuerza por no llorar.

Fueron tantas las injusticias, las vejaciones, el dolor, la muerte. Nosotros nunca dejaremos de agradecerte ese momento Flaco. Ellos nunca te lo van a perdonar.

El día que ganó Alfonsín, allá por el año 83, mi tristeza era inmensa. Tanta militancia clandestina, tanta resistencia contra la dictadura gorila, y el pueblo no nos había elegido.

Pero salí igual a la calle, se habían ido los milicos y para eso luchamos ocho años.

Flaco, la calle Corrientes estaba llena de argentinos festejando; "si este no es el pueblo, el pueblo donde está" cantaban, y yo pensaba: "está llorando". Cada tanto sucedía algo extraño por la Avenida: "vienen los Peronistas" gritaba uno, y todos aterrados, corrían para protegerse vaya a saber de qué.

En una de las tantas estampidas de esa noche, mientras la "gente" se guarecía de las hordas que se aproximaban, por el medio de Avenida Corrientes el que venía caminado era un compañero. El negro lloraba a moco tendido, enfundado en una bandera Argentina ni se enteraba el terror que provocaba entre los "ciudadanos".

Sabes Flaco, no sé quién era, pero lo abracé y así seguimos caminando juntos. Yo lo sentí mi amigo, mi compañero, y habíamos perdido juntos.

Cuando terminaste de hablar ayer Flaco, sentí lo mismo, quería abrazarte, ponerte una mano en el hombro y salir a caminar por ahí, despacito, callados, mascando bronca.

Flaco: yo te siento mi amigo, mi compañero y ayer perdimos juntos.

El Caniche Chino

29/06/09