domingo, 31 de octubre de 2010

A QUIEN CORRESPONDA

Reproducimos algunos pasajes de un excelente texto de Norberto Galasso en Tiempo Argentino, “El día después de Kirchner: El pueblo en la Plaza


(…) La presencia de ese pueblo profundamente dolido pero profundamente esperanzado aseguró también la ausencia de los impresentables, de los que se mueven en las sombras conspirando para atrasar el reloj de la Historia, de los que promueven la vuelta a un pasado de vergüenza y humillación, de miseria y de entrega, de subordinación semicolonial. “Brillaron por su ausencia”, como lo expresa el hombre común, tan gráficamente. E indefectiblemente permanecerán en ese camino hacia la soledad y la ausencia política, solos, sin pueblo, sin futuro, y el telón caerá sobre ellos, de una vez por todas.

(…)También hubo algunas presencias molestas sobre las cuales cayó la lluvia de silbidos, porque tenemos memoria. No decimos esto para agravar los enfrentamientos: cada uno sabe en qué vereda se pone y estos no se equivocan, aunque pretendan ser “amables adversarios” dispuestos “al consenso”. (…) Los oportunistas y los que cultivan la más desvergonzada hipocresía no nos interesan, porque estuvieron, están y estarán en otra cosa: que los bendigan Magnetto y Biolcati, lo que constituirá una verdadera maldición de la Patria.

Pero una vez más hay que llamar la atención a aquellos que por sectarismo, por incomprensión, por estrechez de miras o por desmedida ambición no participaron en estas jornadas de dolor que vivió profundamente un amplísimo sector de la sociedad argentina, aquellos que han errado el rumbo y lo siguen errando.

(…) Es preciso hacer un análisis profundo, un balance de la política general que desarrolla y ponerse junto a él, con toda la independencia política, ideológica y organizativa que exigen los textos revolucionarios clásicos o, de otro modo, admitir que se está objetivamente en contra, junto a los enemigos de siempre y que por esa razón no se asiste a la plaza junto con el Pueblo. No valen, en este caso, las buenas intenciones, ni los idealismos abstractos, ni presentar como fundamentales aquellas asignaturas pendientes que aún no han sido resueltas, que deben ser evaluadas, por supuesto, pero en el marco de un progreso económico y social general que ha irritado a los poderosos de afuera y de adentro.

(…) Y quienes no estuvieron allí deben reflexionar profundamente acerca de ese desencuentro. No estuvieron junto a los trabajadores y la clase media más popular justamente cuando ella salió, como pocas veces en nuestra Historia, como en sus grandes momentos, con pasión, con ganas, con los dedos de la mano en V augurando futuras victorias, con la mano sobre el corazón comprometiéndose a jugarse por una Argentina mejor. Y no estuvieron. No quiero hacer nombres, cada uno sabe su Historia. Habrán dado quizás alguna declaración de compromiso, hasta es posible que hayan mandado a alguno con bajo perfil para que no le recordasen que venía de la vereda de enfrente. Pero no estuvieron sintiendo profundamente, viviendo profundamente, en medio de los muchachas y muchachos que inundaron la plaza histórica.

Hemos criticado la flexibilización laboral en su momento y el empleo en negro, hemos condenado la tercerización y abogamos siempre por el pleno empleo, pues mientras subsista el sistema en que vivimos, los trabadores necesitan pleno empleo no sólo para tener ingresos y estabilidad familiar sino para tener fuerza para pelear por sus derechos, pero, ¿cómo explicar este suceso de Río Gallegos en que tercerizados con apoyo del PO van a reclamar justamente cuando se está velando a un ex presidente y los anónimos, los “nadie y sin nada” como decía Scalabrini, los laburantes van a la plaza y hay un inmenso dolor y curiosamente, al mismo tiempo, hay una gran esperanza de seguir avanzando? Cualquier político o gremialista principiante comprende que había que esperar hasta al lunes, salvo que se delire con aquello de que “cuanto peor, mejor” que causó tantas muertes. Estos tampoco estuvieron, ni siquiera en el mínimo respeto a la muerte y al pueblo en su conjunto.

Este desencuentro ha sido fatal en nuestra historia, pero se repite sistemáticamente, ahora agravado porque también alcanza a sectores que tienen tradición nacional y popular. A veces se explica porque los dirigentes provienen de sectores medios y entonces pretenden hablar en nombre de los trabajadores cuando viven de manera bien distinta, lejanos del rumor de las fábricas, ajenos a los barrios fangosos. Y entonces no sirven los fuegos de artificio de la revolución “completa”, “pura”, “para mañana”. Porque cuando no se vive como se piensa, se concluye pensando como se vive. O también porque se alardea de izquierda dura o de centroizquierda progresista pero no se palpita al unísono con los de vincha y bombo que salieron estos días a copar el escenario político. Quizás porque, en el fondo se supone fueron a la plaza, como decía Sarmiento, porque son “la barbarie” ignorante o infradotados a quienes se los engaña siempre, como en octubre del ’45. Si así fuese, mejor sería que no hiciesen ni gremialismo ni política. Harían un enorme bien a todos si se fueran al cine todas las tardes o concurrieran a clases de violín o se dedicaran al ajedrez, que sería mejor forma de demostrar si tienen ingenio, en vez de hacer elucubraciones teóricas complejas para terminar –inevitablemente– pensando y sintiendo de manera distinta a aquellos a quienes dicen representar. (...)

Caniche Pipo

1 comentario:

  1. MANGUERA48@YAHOO.COM.AR1 nov 2010, 6:45:00 p.m.

    La muerte confirma la vida. Nestor. En el cielo con el General. Nosotros en la lucha. Los gorilas, los hijos de puta, muertos de verdad, muertos en vida. Què haràn ahora??? jajajaja
    Estamos un poco tristes es verdad, pero mas firmes que nunca. Y a la compañera Cristina, jejeje, no tiene banca la morocha no? jejeje de donde salio tanto pueblo??? Porque no vi gente en la plaza, vi al pueblo.
    En hermoso holocausto de amor, Nestor se entregò el mismo como proyectil, inevitable, insalvable, ineludible. Por si quedaban con ganas de joder, alguno, banquense esta.
    Un abrazo compañeros.

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