Al asumir, en 2007, el Niño Maurizzio quizo dejar cesante a 3.000 trabajadores apoyándose en el argumento de que eran "ñoquis". Finalmente los tuvo que reincorporar a todos, luego de efectuar un relevamiento y comprobar que el único ñoqui era él.
Pero el hostigamiento a los Trabajadores Municipales continuó con la aplicación de jubilaciones compulsivas, la persecución a delegados sindicales, los traslados arbitrarios de personal, la privatización de áreas administrativas de control de personal, la no entrega de recibos de sueldo para ocultar la no realización de aportes jubilatorios y cargas sociales, las condiciones de trabajo deplorables, etc., etc., etc.
Como buen patrón de fábrica, el Niño Garca quiere llevarse por delante a los trabajadores. La resistencia de los delegados sindicales y la conducción del gremio SUTECBA, junto a la lucha de los empleados, impidió que este Niño Rico "Triste" hiciera realidad muchos de sus objetivos de destrucción del trabajador municipal.
Ahora Mauri decidió no darle bola a las actas paritarias ni a los dictámenes de la Justicia. Así se manejan los impunes del establishment argentino, así entienden las políticas públicas.
La década infame de los 90 gobierna Buenos Aires con el respaldo de la corporación mediática y la sórdida boludez de un sector de la clase media porteña.
Quizás este sea el principio de su triste final. Los trabajadores municipales están hartos de sus atropellos. Muchos de los vecinos que lo votaron ya están disgustados con sus "políticas públicas": prometió gestión y excelencia en los equipos de trabajo y sólo está haciendo buenos negocios para sus amigos.
Los Caniches queremos que termine con su mandato, que sea el pueblo con su voto el que termine con él.
Maurizzio, hacé la plancha hasta el final. Es la única manera de que no sigas haciendo daño.
El Caniche Chino.
El Niño Mauricio es una lacra. Habría que boletearlo y resucitarlo para poder volverlo a boletear.
ResponderBorrarAguante los Municipales de Capital !!!
Caniche Pipo