lunes, 22 de marzo de 2010

PATRONES CONTRA TRABAJADORES


Ayer leíamos en el diario La Nación una nota relacionada con un informe de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Antes de meternos en el análisis que hace esta institución sobre la libertad de expresión en la Argentina. La SIP, justamente, representa a los dueños de los medios de comunicación en el continente americano. Nada tiene que ver con la libertad de expresión. Está integrada por dueños de empresas privadas –en este caso de medios de comunicación– y actúa como una sociedad de patrones, con los mismos vicios y las mismas políticas de aprietes hacia los gobiernos y hacia los trabajadores que emplea cualquier empresa. Recordemos la persecución que sufrió la comisión interna de los trabajadores de Clarín, algo que tratamos insistentemente en este blog.

Una vez aclarado el tema de la SIP, vamos a la nota del diario mitrista. Nada nuevo dice la SIP, que se victimiza constantemente, debido al “ataque” del Poder Ejecutivo a la libertad de expresión, de la que se erigen en defensores y mártires. Traen unas palabras dichas por Francisco Montes –dueño del “Diario de Cuyo” de San Juan–, quien habla de un “estado de crispación y grave deterioro político”. Es decir, debería estar todo calmo, nada de debate ni confrontación de posiciones. Todos sabemos que cuando se mantiene el statu quo, es el poder quien gana. En este caso, como ejercen el poder y no lo quieren perder, lo los monopolios informativos quieren decirnos qué es lo que tenemos que pensar. Nada de cuestionamiento a la raíz de su poder. Siempre cargan contra los países donde se cuestiona seriamente el poder económico: Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua.

Nada dice el informe sobre la situación en Honduras, donde hay un gobierno ilegítimo erigido luego de un golpe de estado en el que participaron los medios privados. Nada dice acerca de la discriminación que ejerce hacia los diarios más pequeños de la Argentina la Empresa Papel Prensa, en la cual Clarín y La Nación mantienen una preponderancia, imponiendo el precio de la principal materia prima, el papel, algo que generó una disputa entre Jorge Fontevecchia, dueño de Perfil, y Héctor Aranda, director gerente de Clarín (adjuntamos el link), política que condenó al cierre a varios diarios chicos, además de decir que la adquisición de dicha empresa se concretó durante la dictadura militar genocida, un negocio más del monopolio con los asesinos, algo que esta sociedad de patrones esconde.

Hay una frase paradigmática en las palabras de Montes, una negación de la afirmación: “Pero no hace falta nada más que un repaso de los hechos para encontrar que el caudal informativo mayoritario que realizan los medios no proviene de ningún capricho ni intento corporativo, sino del seguimiento de los temas que instala el propio Gobierno”. Toda información es caprichosa, ya que implica una carga de subjetividad, a no ser que los periodistas de estos medios, escriban sólo lo que ordenen los patrones. El tema es que hay en el país una gran corporación conformada por 270 medios que cercena cualquier posibilidad de real libertad de expresión, algo que se parece mucho a la extorsión. Desde ya, celebramos que sea un gobierno legítimamente votado por el pueblo el que instale los temas en la agenda. ¿O preferirían imponerlos ustedes?

Sugestivamente, nada dicen ni dijeron los medios ni los periodistas “independientes” sobre el informe de la ONG REPORTEROS SIN FRONTERAS, POR LA LIBERTAD DE PRENSA –una institución de trabajadores de prensa– acerca del paulatino pero constante ascenso de la Argentina en la escala que mide la verdadera libertad de expresión, la que expresan los trabajadores y no los patrones. Hablan de una relación tensa entre la prensa privada –léase empresas de medios– con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, pero dice que, sin embargo, 2009 fue un año de progresos en materia legislativa y para los medios de comunicación argentinos: la nueva ley que viene a desmonopolizar y desconcentrar los medios, sustituyendo la vieja norma de Radiodifusión de la dictadura militar, y la calumnia e injuria han desaparecido de la legislación penal.

En 2007 la Argentina ocupaba el puesto número 82º; en 2008 el 68º, y en 2009 el 47º. Y seguirá en ascenso según marca el índice, entre 175 paìses del mundo. Claro, todos queremos ver al país mucho mejor posicionado. No osbtante, no podemos obviar el deterioro de las instituciones de la Nación desde el oprobioso período 1976-2001, incluida la prensa, que noe scapó al desbarranco general. Recién después de 26 años de lucha por parte de la verdadera prensa independiente y sus protagonistas, los periodistas, se está viendo un atisbo de democratización del poder mediático.

INFORME DE REPORTEROS SIN FRONTERAS, POR LA LIBERTAD DE PRENSA
http://www.rsf.org/es-rapport166-Argentina.html

DEBATE SOBRE PAPEL PRENSA
http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0412/articulo.php?art=17713&ed=0412

Caniche Julián

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