sábado, 2 de octubre de 2010

RECONSTRUYENDO LA HISTORIA, LA VIDA, EL AMOR

Cuando repasamos la historia del querido compañero y amigo Alejandro Pedro Sandoval Fontana se nos eriza la piel y nos hierve la sangre al escuchar, en boca de los cretinos de siempre, la falacia cobarde que invita a “dar vuelta una página de la historia” en pos de la “concordia”. Decimos que cada página escrita con sangre debe ser leída y releída millones de veces, como único y necesario modo de reconstruir el espejo distorsionado de esa historia.

Sin memoria no hay historia.

Desde lo personal, el compañero Sandoval se ha embarcado en una tarea colectiva que nos involucra a todos. Esta partida de nacimiento –real, única, irrefutable– forma parte de la reconstrucción de una identidad robada y recuperada. Tan simple y tan estremecedor es el asunto. Ni más ni menos: un océano de voluntades, de clamores, de silencios.

Para nosotros es un orgullo presentarles la verdadera partida de nacimiento de Alejandro Pedro Sandoval, nacido en cautiverio, en un centro clandestino de detención. Hijo de Liliana Clelia Fontana Deharbe y Pedro Fabián Sandoval, ambos entrerrianos, detenidos desaparecidos el 28 de julio de 1977. Nieto de Chela Deharbe, fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo.

El nieto recuperado número 84, el que en 2009 se abrazó con su abuela Chela y su tía Silvia y, emocionado, les dijo: “Hoy se cierra una puerta y se abren otras. Yo ya elegí: las quiero”.

Gracias a vos Alejandro, y gracias a Julia, tu compañera de vida y militancia, por ese ADN Nacional y Popular compatible con la verdad, con la justicia, con la memoria, con el amor, con la lucha.


Viva Perón Carajo !!!

Los Caniches de Perón

1 comentario:

  1. Que emoción. Con cada nieto he recuperado la sonrisa, con lágrimas, pero sonrisa al fin. Abrazo y gracias.

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Volvemos a dejar libre la posibilidad de comentarios. Estuvimos obligados a moderarlos por la cantidad de trolls que intentaban desvirtuar el debate. Pero bueno, preferimos que sean ustedes mismos los que, coincidan con nosotros o no, pero perticipan de buena leche; quienes ignoren a los tontos o maquinas de ensuciar, hasta que eliminemos su mugre.