miércoles, 14 de octubre de 2009

MALA FE, DE RATAS


Como aferrados a un rencor, el zopenco Cobos y Clarín se juegan las últimas fichitas a las supuestas “maniobras irregulares” perpetradas por “funcionarios de ambas cámaras ligados al oficialismo” para corregir mediante “una insólita fe de erratas dos de los errores detectados en el texto de la ley de medios sancionada en la madrugada del sábado por el Senado” en “dos artículos”, el “95 y 124”, que “no coinciden con los del dictamen votado en la Cámara alta sin tocarle una coma a la media sanción que le llegó de Diputados”.

Todo es diabólico, todo es oscuro. “Fue el sábado a la madrugada y la mayoría de los senadores no lo sabía”, dice Cornetita. La “Escribanía K” ha planificado quedarse con todos los bienes, materiales e inmateriales, de todos los argentinos. Señora, no le extrañe que un día de estos usted entre a su casa y se desayune con que ha dejado de ser su casa. Así, entre gallos y medianoche. Porque los K vienen por todo, son como abejas africanas.

Pero dejemos que estos demócratas le sigan buscando el pelo al huevo para frenar la puesta en vigencia de la nueva Ley de Medios de la Democracia. Lo que a ellos los desvela es cumplir con sus patroncitos de los monopolios mediáticos, del mismo modo que lo hicieron en su momento con sus jefes de la Sociedad Rural. Ya lo explicó ayer el compañero Agustín Rossi en el programejo de Leuco y el sionista Eliaschev: se trata de una fe de erratas que no modifica en absoluto el espíritu de ningún artículo.
Y lo rubricó hoy Miguel Pichetto, al sostener que estaba en conocimiento de la fe de erratas que remitió Diputados respecto del proyecto de ley, subrayando que “no se modificó el contenido de ningún artículo” sino que “fue un ajuste meramente numérico del articulado. Este procedimiento de remisión de nota de fe de erratas entre las cámaras legislativas es habitual". Y agregó que "no ha habido ninguna situación irregular como se trata de hacer aparecer ahora para impugnar la ley, que ha sido totalmente transparente, y por una abrumadora mayoría en ambas cámaras".

Por eso, mientras el gorilaje tira los últimos manotazos de ahogado, es bueno que empecemos a ver qué aspectos de la Ley son pasibles de ser implementados en lo inmediato. Ahora, la oferta de voces será mucho más variada, se multiplicarán los canales de difusión y la sociedad podrá tener un mayor control sobre qué y cómo quiere ver y escuchar. Sin duda, será un proceso complejo y estará sujeto a la participación de los múltiples actores del sector.

Esto es lo que ya se puede ir poniendo en marcha:

-Ya rige la necesidad de audiencias públicas para dar o renovar licencias y las cuotas de programación con contenidos de origen nacional.

-Todos cambios relacionados con los asuntos de transparencia y derechos del público: a partir de ahora, cada vez que se renueve una licencia, habrá un proceso de audiencias públicas previo a decidir la adjudicación.

-También podrán comenzar a implementarse, sin necesidad de ser reglamentadas, las cuotas de programación. Algunas, como las que implican producción propia, insumirán un lapso ventana de adaptación. Otras, como los porcentajes asignados a la música y el cine nacional, podrían comenzar a cumplirse ya.

-Asimismo, debería llevarse a la práctica en poco tiempo lo establecido por el Artículo 72: todos los medios deben poner a disposición del público una carpeta de fácil acceso, tanto en papel como en Internet, en la que deben constar información sobre sus titulares y directores, los compromisos adquiridos en el momento de ser adjudicada en cuanto a la programación y las especificaciones técnicas y el detalle de la pauta de publicidad oficial recibida, entre otros aspectos. Además, deberán emitir en pantalla (o en el aire, en caso de las radios) un aviso cuando se trate de programas previamente grabados, y al menos una vez por día la identificación y el domicilio legal del titular de la licencia.

-El Poder Ejecutivo deberá comenzar a trabajar junto a todos los sectores del Consejo Federal para darle forma a la Autoridad de Aplicación que reemplazará al Comfer y decidirá sobre la reglamentación de los planes técnicos y los procesos de normalización.

-Aquellos grupos cuya composición queda fuera de la ley, tendrán un período de tiempo prudencial para decidir sus planes: primero hace falta establecer la nueva Autoridad, que luego fijará los mecanismos de desinversión: A partir de ese momento comenzará a correr el año de plazo. Entonces, cada grupo deberá decidir qué diseño empresario aplicará. Cada empresa deberá diseñar su propio plan y decidir con qué se queda y de qué se desprende, previa aprobación del nuevo órgano de aplicación. Por su parte, aquellas empresas que exceden los topes que ya estaban establecidos por la vieja ley, como la fusión de Cablevisión y Multicanal, deberán regularizarse inmediatamente.

Una vez que se avance en todos estos asuntos, y con la ley funcionando por completo, algo que se debería darse en un plazo de alrededor de tres años, habrá, según aseguraron los especialistas, un enorme abanico polifónico, que incluirá desde medios sin fines de lucro a manos de universidades, pueblos originarios u organizaciones no gubernamentales, hasta una mayor cantidad de señales comerciales, y un esquema de medios públicos con una mayor participación de la sociedad civil, abriendo posibilidades impensadas hasta hace poco tiempo.

Fuente: Página 12

Caniche Pipo

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