LA IZQUIERDA BOBA ARGENTINA

Para salir por un momento de la coyuntura, un poquito de revisionismo histórico.

El Peronismo no sólo le dio entidad política a los más humildes en nuestro país: también le quitó a la izquierda tradicional Argentina su "lugar en el mundo".

En esta entrada, Los Caniches de Perón queremos contar las desopilantes aventuras de la Izquierda "Boba" Argentina.

Por supuesto que reivindicamos y consideramos compañeros de lucha a aquellos hombres y mujeres que desde una visión marxista-leninista aportaron mucho a la construcción del Movimiento y Pensamiento Nacional, como Juan José Hernandez Arregui, Abelardo Ramos (hasta que patinó con Méndez), El Negro Quieto, Rodolfo Puiggrós y Rodolfo Ortega Peña, entre otros.

Pero vamos a los bobos:

Parte I:

Partido Comunista Argentino

Quizá la experiencia mas boba de todas. Adictos a la autocrítica, estos criollos de Carlitos Marx han cometido los desaciertos más importantes de la historia política nacional a partir del surgimiento del Peronismo.

Del brazo y por la calle allá por el año 46, marcharon con el Embajador de los Estados Unidos, el gorila internacionalista Spruille Braden. Mientras se erotizaban con éste, conformaban aquella republicanísima Unión Democrática junto a entidades como la Unión Industrial Argentina, la Cámara de Comercio y la Sociedad Rural, casi todos los partidos patronales; la Unión Cívica Radical, el Partido Demócrata Progresista y un sector de los conservadores; un sector importante del Ejército y también el Partido Socialista de Repetto y Palacios. Todos juntitos contra Perón.

El entonces Coronel ganó las elecciones, y luego de una necesaria autocrítica, el PC Argentino decidió ser opositor al régimen autoritario Peronista, no sin antes volver a dar su fervoroso apoyo al gobierno del Pepe Stalin en la Unión Soviética.

Desmejorado en su imagen entre los Trabajadores Argentinos, el PC anduvo a los tumbos durante el Primer Gobierno Peronista. Pero aprovechando las conspiraciones del poder económico y las distintas operaciones dirigidas desde la CIA y la Embajada de los EEUU, comenzó a cobrar notoriedad en la Prensa Canalla de esa época durante el Segundo Gobierno de Perón.

Agnósticos y ateos, como buenos marxistas, los camaradas del PC no dudaron en participar de la golpista marcha de Corpus Christi, organizada por la Iglesia Católica Argentina contra el Gobierno Peronista en 1955, meses antes del golpe gorila de la Revolución Fusiladora.

Caído Perón, festejaron la llegada del Almirante "Basurita" Rojas y sus secuaces, y fueron parte de la Junta Consultiva que asesoraba a la dictadura sangrienta que derogó por decreto militar la Constitución de 1949 y persiguió, torturó y asesinó a miles de trabajadores.

Vinieron más autocríticas y cagadas políticas durante los Gobiernos de Frondizi y Don Arturo Umberto Illia.

En uno de sus Congresos, allá por el año 70, y luego de la correspondiente autocrítica, descalificaron y se opusieron a la lucha armada que varios sectores, tanto Peronistas como de la Izquierda Marxista, venían llevando a cabo ante la imposibilidad de elegir democráticamente los destinos de la Patria.

Por supuesto que en el mismo Congreso reivindicaron la Revolución Cubana que –según interpreta el PC Argentino– Fidel Castro y sus camaradas llevaron acabo repartiendo besos y flores a los distinguidos alcahuetes yankis de Batista y compañía.

Pero los Comunistas Argentinos tienen una relación conflictiva con las armas. Si no, ¿cómo se entiende la traición de los camaradas vernáculos al Che Guevara en Bolivia?

Trastadas van, trastadas vienen, llega el nefasto golpe antiperonista de 1976 y el comunicado del Partido Comunista Argentino que catalogó a Videla y compañía como el ala blanda dentro de las Fuerzas Armadas y al Proceso militar como una "Dictablanda".

Luego vinieron los acuerdos entre la dictadura militar y el Gobierno Soviético sobre la venta de granos, rompiendo el bloqueo que Europeos y Yankis habían impuesto a los Rusos. Esto fue la legalizacion de hecho del PC Argentino como estructura política durante el Gobierno Militar.

Me acuerdo que en plena dictadura, si querías estar en un cafetín sin que cayera la razzia policial, en el mejor de los casos, sabías que el lugar más seguro era el Bar "La Paz" de Corrientes y Callao. También recuerdo que los films soviéticos no sufrían censuras en el Cine Cosmos. Ambos lugares eran parte de la estructura cultural del Partido Comunista Argentino y los más frecuentados por los militantes del combativo PC.

Después vino el 83: el PC retiró su formula presidencial y decidió apoyar la fórmula Luder-Bittel-Herminio Iglesias en Provincia. Los compañeros de la "FEDE" eran más pesados que mosca de verano tratando de salir a hacer campaña junto a la JP.

Lo más molesto era la discusión sistemática antes de tomar cualquier decisión pelotuda. Terminaban indagando sobre la conciencia de clase de la hormigas, y ni qué hablar de los días y horarios extraños que proponían para laburar en la campaña: domingo a las 10 de la mañana o a las 4 de la tarde, justo a la hora del fútbol. La otra era poner una mesa un martes de 15 a 20 en el Obelisco. Digo yo, ¿no laburaban estos pibes?, pssss.

En el 86, y a efectos de formar un Frente de Izquierda más amplio, vino la autocrítica histórica:

Fuimos gorilas en el 45, nos equivocamos en el 55, no entendimos el proceso político de los 70, nos equivocamos con Stalin, y ahora reivindicamos al Che Guevara, pla, pla, pla.

Y para sublimar esta muestra de culposidad histórica se fueron a celebrar a la "Ferifiesta", una kermesse bolche con artesanías, teatro, música y buenas minas, donde con sólo decir que eras de la JP te garantizabas una noche de "cucharita".

A partir de este Congreso se la pasaron de frente en frente, hasta que hace unos años decidieron disolver el viejo Partido Comunista Argentino.

Hoy muchos de sus cuadros y militantes apoyan "críticamente" el Gobierno Peronista de Cristina. Fíjense que tenemos a un conspicuo ex PC como primer candidato a diputado en la Ciudad de Buenos Aires.

Y bueno, los porteños son, en su mayoría, gorilas de alma, y es muy difícil que gane un peronista en la Ciudad PROstática.

Próxima entrega: el Partido Comunista Revolucionario (Maoísta) y el Partido Comunista Posadista (Marxista-Marciano)

El Caniche Chino