domingo, 22 de marzo de 2009

BACANAL CANICHE

Dicen los apologistas de la vida sana que es muy recomendable caminar ochenta cuadras y tomar cinco litros de agua por día, ajustarse a una dieta equilibrada, hacer pilates y tai-chi-chuán, practicar sexo tántrico, chupar raíces de batata, comer papas con cáscara y dormir sobre clavos miguelitos. Seguramente, todo eso nos hará regular el metabolismo y afinar el reloj biológico. Y es muy posible que nos permita vivir hasta pasados los 90 años. La pregunta es: ¿para qué?


Algunos Caniches ayudandose a mantenerse en pie.

Fieles a este último precepto, Los Caniches de Perón nos reunimos el pasado sábado 21 en Asado General Constituyente para agasajarnos con unos buenos huesitos de falda rociados con tintillo a discreción. El convite tuvo lugar en la cucha del caniche Tano, anfitrión quemero y forjista, y de la caniche Laurita, cuya diestra mano supo conducirnos al éxtasis de la alta cocina popular rioplatense.

El maestro asador, caniche Chino, ciñéndose reglamentariamente a las 20 Verdades del Asado Justicialista (ver archivo de notas de febrero), comenzó arrojando unas rodajas de morcilla con morrones al ajillo, y pan, que la jauría engulló al voleo y con fruición. Marcharon los choris, las mollejas y los chinchulines, y luego la munición gruesa: entrañita a punto, costillitas de cordero, pechito de cerdo, asado. Todo acompañado con variedad de ensaladas y salsa criolla. Para chuparse las pezuñas. De cierre, un chajá que ni el mismismo Canario Luna soñó siquiera con varios “amarillitos” encima.

La tertulia no fue menos esclarecedora. La caniche Mariel reveló su gran conocimiento del alma humana y nos untó con sus fragancias florales, el caniche Carlitos planteó inquietudes existenciales varias y relató sucesos con su habitual maestría, el caniche Pipo exaltó las virtudes del Doctor (el que te la puso en Parque Norte y te la sacó en Coconor) y la caniche Bety supo navegar las aguas del delirio colectivo. El temario fue jugoso y ecléctico: desde el homicidio en primer grado de Gorililita Carrió hasta el masaje prostático, pasando por el jamón crudo, las terapias sexuales alternativas y el recorrido del 129. Al cierre, el tradicional “chorizo de clausura” del caniche Tano y el brindis con su grito de guerra: Viva Perón carajo !!!

Claro que no faltaron la danza, la murga oriental, los cánticos y las charadas, sazonados con fútbol, stand up y el gurú vasco devenido en polaco: nuestro querido Roberto Goyeneche. ¡Que el asado no nos falte nunca, hermanos Caniches! Sólo así podremos seguir, juntos, aullándole a la luna.

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