Basta de pelotudeces. Si a alguien le importa realmente el tema de la “inseguridad” que se ponga a laburar en serio. Basta de chamuyo flaco. El rabanito Bergman se sube a un escenario para hablar de “paz”, pero no para de bajar línea gorililescarrió, metiendo la palabra “cívico” en cada frase. Si no, miren el video del popularísimo acto de Plaza de Mayo. Lavandina De Narváez dibuja el “mapa de la inseguridad”, cuyo único objetivo no es atacar las raíces de la inseguridad sino electrificar el partido de San Isidro y Nordelta para que ningún negrito ose poner sus sucias patas en los solares de la gente decente.
De Felipe “El Épico” Solá ni vale la pena hablar. Hace poco salió una nota en la revista Para Ti, titulada “Felipe es muy malcriado”. Dice: “En la casa de General Rodríguez, rodeada de un gran parque en el que duermen seis caballos (N de la R: ¿duermen los seis al mismo tiempo en ese mismo momento?) María Elena Chaves (jugadora de polo y actual mujer de El Épico) se ocupa de cortar el césped desde que recortaron los gastos del jardinero”. ¡Felipe, si hay miseria que no se note! María Elena, a su vez, le cuenta a la monada que colabora diariamente con el comedor “El Milagro” del barrio “El Quijote”, un predio al que asisten chicos en situación de exclusión social. “A Felipe no le hace mucha gracia que me meta. Me dice: ‘Cortala, no te metás sola, no sabés quién está en el barrio (…) Él es más cauto, me hizo poner una alarma en casa’”. En serio, María Elena, aflojá un poquito, sos una loca incurable. ¡Gracias por la magia!
Cobos, digámoslo de una vez por todas, es un pelotudo turbo que un día se sacó el loto y nunca supo qué hacer con la guita. Déjenlo que navegue, es un submarino a vela. Y el resto de la “gente decente y demócrata”, léase Niño Mauricio, el Salame Morales, El Agente Naranja y demás ratas oportunistas, que se sigan peinando, que algún día van a salir en la foto.
Pero lo más indignante es el “boom” mediático. Susana, Moria, Tinelli. ¡Dejen de comerse esos carozos! Son una manga de rufianes a quienes nunca les importó nada de nadie. ¿Desde cuándo hay que bancarse un “discurso ético” de éstos y otros tantos mercenarios? Que sigan haciendo negocios con las berretadas que algún generoso dios les bendijo, y blindando sus vehículos y sus mansiones. Pero que cierren el orto.
Dijo Marcelo Tinelli en el programa del marmota Jorge Rial: “La entiendo perfectamente a Susana, si me mataran un ser querido también pediría la pena de muerte, y yo también
estoy cansado de los derechos humanos a los presos” (…) “La gente ya no sabe cómo vivir, ni siquiera nos podemos mudar porque ¿adónde vas a ir? Todo el país es inseguro” (…) “Hoy te matan por el pancho y la coca” (…) “Miramos el país como si fuera una película,
nadie se hace cargo de nada. Yo no digo que hay que hacer la ley bruta, pero algo hay que hacer” (…) “La inacción es lo que genera todo esto, y nos estamos acostumbrando a tres o cuatro muertes por día que aparecen en los medios, y ésas son sólo las que aparecen. Hay decenas, cientos de muertes más. Acá nadie se hace responsable de las cosas. Vos vivís en un country cerrado, en un edificio con rejas, y los delincuentes andan sueltos” (…) “Nosotros damos trabajo a la gente, entretenemos. ¿Por qué tenemos que estar controlando la cuadra, la casa, el barrio? Pagamos nuestros impuestos para que alguien vele por nosotros”.
De Felipe “El Épico” Solá ni vale la pena hablar. Hace poco salió una nota en la revista Para Ti, titulada “Felipe es muy malcriado”. Dice: “En la casa de General Rodríguez, rodeada de un gran parque en el que duermen seis caballos (N de la R: ¿duermen los seis al mismo tiempo en ese mismo momento?) María Elena Chaves (jugadora de polo y actual mujer de El Épico) se ocupa de cortar el césped desde que recortaron los gastos del jardinero”. ¡Felipe, si hay miseria que no se note! María Elena, a su vez, le cuenta a la monada que colabora diariamente con el comedor “El Milagro” del barrio “El Quijote”, un predio al que asisten chicos en situación de exclusión social. “A Felipe no le hace mucha gracia que me meta. Me dice: ‘Cortala, no te metás sola, no sabés quién está en el barrio (…) Él es más cauto, me hizo poner una alarma en casa’”. En serio, María Elena, aflojá un poquito, sos una loca incurable. ¡Gracias por la magia!
Cobos, digámoslo de una vez por todas, es un pelotudo turbo que un día se sacó el loto y nunca supo qué hacer con la guita. Déjenlo que navegue, es un submarino a vela. Y el resto de la “gente decente y demócrata”, léase Niño Mauricio, el Salame Morales, El Agente Naranja y demás ratas oportunistas, que se sigan peinando, que algún día van a salir en la foto.
Pero lo más indignante es el “boom” mediático. Susana, Moria, Tinelli. ¡Dejen de comerse esos carozos! Son una manga de rufianes a quienes nunca les importó nada de nadie. ¿Desde cuándo hay que bancarse un “discurso ético” de éstos y otros tantos mercenarios? Que sigan haciendo negocios con las berretadas que algún generoso dios les bendijo, y blindando sus vehículos y sus mansiones. Pero que cierren el orto.
Dijo Marcelo Tinelli en el programa del marmota Jorge Rial: “La entiendo perfectamente a Susana, si me mataran un ser querido también pediría la pena de muerte, y yo también
estoy cansado de los derechos humanos a los presos” (…) “La gente ya no sabe cómo vivir, ni siquiera nos podemos mudar porque ¿adónde vas a ir? Todo el país es inseguro” (…) “Hoy te matan por el pancho y la coca” (…) “Miramos el país como si fuera una película,
nadie se hace cargo de nada. Yo no digo que hay que hacer la ley bruta, pero algo hay que hacer” (…) “La inacción es lo que genera todo esto, y nos estamos acostumbrando a tres o cuatro muertes por día que aparecen en los medios, y ésas son sólo las que aparecen. Hay decenas, cientos de muertes más. Acá nadie se hace responsable de las cosas. Vos vivís en un country cerrado, en un edificio con rejas, y los delincuentes andan sueltos” (…) “Nosotros damos trabajo a la gente, entretenemos. ¿Por qué tenemos que estar controlando la cuadra, la casa, el barrio? Pagamos nuestros impuestos para que alguien vele por nosotros”.
Le respondieron, los habitantes del asentamiento “El Chorizo”, de San Juan:
“Marcelo: ¡sí hay un lugar donde vivir! Venite"
Un grupo de vecinos del asentamiento “El Chorizo”, ubicado en una zona rural de la provincia de San Juan, sensibilizados por tus palabras, nos reunimos en asamblea y decidimos darte una solución. Nuestro barrio es humilde, te aclaramos, pero no hay inseguridad. O por lo menos la inseguridad que sufrís vos en la gran ciudad. Si la memoria no nos falla, aquí no han matado a nadie. Por lo tanto, hemos decidido, por unanimidad, darte un lugarcito en nuestra barriada. Hemos decidido esto porque ninguno de nosotros olvida tu valioso trabajo de “entretenimiento” durante casi las dos últimas décadas. Que coinciden con las más duras recordadas por muchos de nosotros. (…)
Por habernos entretenido tanto en esos amargos momentos es que te haremos un lugarcito en nuestro asentamiento. Ya hablamos con el puntero de turno y nos dijo que sólo te cobrará $500 por la parcela. Es la más alta del asentamiento, por lo que es improbable que se te inunde en la época de lluvia. Igual, en San Juan no llueve mucho. (…) Tampoco creo que tengas problema en conseguir trabajo. ¿Cómo no le van a dar trabajo a Marcelito Tinelli? Educado (¿terminaste la secundaria vos, no?), blanco, alto, con toda la facha y la mosca. ¿Cómo hiciste Marce para que te vaya tan bien cuando la mayoría de los argentinos quedaba en pampa y la vía? (…)
Y después la mayoría en la pampa y nosotros en la vía (ja!, ja!, un chistecito de los tuyos). ¡Qué capo sos, Marce! Te confieso que por momentos te tengo envidia. Pero nunca como para matarte. ¡Quedate tranqui! Igual, como dice la Su, el que roba tiene que morir. ¿O era el que mata? Bueno, no sé, alguien siempre muere de todas maneras. Bueno Marce, no queremos distraerte más con cosas sin importancia. Sabemos que pronto contaremos con tu vecindad, ya que si bien es una comunidad humilde, se aleja mucho del infierno de vivir encerrado en un countrie y al acecho de una turba de malvivientes esperando arrebatarte la vida.”
Un afectuoso saludo.
Te esperamos.
“Marcelo: ¡sí hay un lugar donde vivir! Venite"
Un grupo de vecinos del asentamiento “El Chorizo”, ubicado en una zona rural de la provincia de San Juan, sensibilizados por tus palabras, nos reunimos en asamblea y decidimos darte una solución. Nuestro barrio es humilde, te aclaramos, pero no hay inseguridad. O por lo menos la inseguridad que sufrís vos en la gran ciudad. Si la memoria no nos falla, aquí no han matado a nadie. Por lo tanto, hemos decidido, por unanimidad, darte un lugarcito en nuestra barriada. Hemos decidido esto porque ninguno de nosotros olvida tu valioso trabajo de “entretenimiento” durante casi las dos últimas décadas. Que coinciden con las más duras recordadas por muchos de nosotros. (…)
Por habernos entretenido tanto en esos amargos momentos es que te haremos un lugarcito en nuestro asentamiento. Ya hablamos con el puntero de turno y nos dijo que sólo te cobrará $500 por la parcela. Es la más alta del asentamiento, por lo que es improbable que se te inunde en la época de lluvia. Igual, en San Juan no llueve mucho. (…) Tampoco creo que tengas problema en conseguir trabajo. ¿Cómo no le van a dar trabajo a Marcelito Tinelli? Educado (¿terminaste la secundaria vos, no?), blanco, alto, con toda la facha y la mosca. ¿Cómo hiciste Marce para que te vaya tan bien cuando la mayoría de los argentinos quedaba en pampa y la vía? (…)
Y después la mayoría en la pampa y nosotros en la vía (ja!, ja!, un chistecito de los tuyos). ¡Qué capo sos, Marce! Te confieso que por momentos te tengo envidia. Pero nunca como para matarte. ¡Quedate tranqui! Igual, como dice la Su, el que roba tiene que morir. ¿O era el que mata? Bueno, no sé, alguien siempre muere de todas maneras. Bueno Marce, no queremos distraerte más con cosas sin importancia. Sabemos que pronto contaremos con tu vecindad, ya que si bien es una comunidad humilde, se aleja mucho del infierno de vivir encerrado en un countrie y al acecho de una turba de malvivientes esperando arrebatarte la vida.”
Un afectuoso saludo.
Te esperamos.
Vecinos del barrio “El Chorizo”
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